Nueva miniserie holandesa en Cosmo.
El 4 de octubre de 1992, un Boing 747 de la aerolínea israelí El Al procedente de Nueva York, realiza una parada técnica en el Aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol antes de partir a su destino: Tel Aviv (Israel). Se trata de un vuelo de carga, por lo que no hay auxiliares de vuelo, solo 3 tripulantes y 1 pasajero. Minutos después de despegar, la aeronave pierde los dos motores del ala derecha volviéndose incontrolable. A pesar de la ayuda solicitada, el avión finalmente se estrella y lo hace en el peor sitio posible: un edificio de once plantas en el barrio de Bijlmermeer, una de las zonas más deprimidas de la ciudad donde la mayoría de sus residentes son inmigrantes.
A pesar de que el número de fallecidos no alcanza una elevada cifra (39 vecinos del edificio y 4 personas de la aeronave), estamos ante una de las mayores catástrofes aéreas de la historia de los Países Bajos, con consecuencias devastadoras.
El gobierno holandés alega que la aeronave transporta perfume, flores y piezas de ordenadores. Pero a medida que algunos de los supervivientes y personal de rescate comienzan a enfermar, y dado que los datos publicados no parecen sustentarse con los hechos, Asha (residente del Bijlmer), Vincent y Pierre (periodistas), comienzan a hacerse preguntas. Inician su propia investigación para destapar la verdad enfrentándose a las poderosas fuerzas del gobierno holandés y a los servicios secretos israelíes.
En esta trepidante trama de intriga política, basada en hechos reales, el creador Michael Leendertse muestra la representación de una tragedia que marcó la vida real de cientos de personas. Desde el respeto y el deseo de honrar a las víctimas, The Crash nos sumerge en un laberinto de secretos, conspiraciones y emociones intensas, donde nada es lo que parece. Muchas de las víctimas reales han estado involucradas en la investigación y producción de la serie, incluyendo al ex miembro de la Cámara de Representantes holandesa Rob van Gijzel, vecinos del edificio Bijlmer, trabajadores humanitarios y el propio periodista Vincent Dekker.
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